viernes, 25 de enero de 2013

Nueva era, el cambio ya está aquí

Las organizaciones necesitan narrar, y en parte dependen de sus narradores.También a la hora de colocar en la red los mensajes elaborados


Hoy día hay que estar donde están los clientes, simpatizantes, asociados; hay que estar en las redes sociales para crear comunidades y multiplicar la influencia. Hay que contar bien.

Hay organizaciones que comunican pero no se preocupan de difundir o amplificar la difusión de esas comunicaciones.Y hay organizaciones que no saben escuchar:  un discurso que no escucha es un relato aislado, impermeable, y por lo tanto menos atractivo y creíble. Para convencidos que tampoco escuchen.

Las empresas y todo tipo de organizaciones, para ser informantes, deben estar informadas. Y de vez en cuando deben podar sus mensajes para proporcionarles mayor fuerza. Hay organizaciones que confunden comunicación activa y frescura. No toda comunicación proporciona esa frescura, que exige un estilo y una actitud a la hora de contar. 

 Cada marca tiene cosas que contar, y necesita que se cuenten bien, de forma comprensible y atractiva, sin verborreas innecesarias, aprovechando los diferentes canales que nos proporcionan las tecnologías. 
La comunicación no solo debe servir para venderse mejor, sino para compartir interna y externamente conocimiento, hacerlo digerible e interesante.


Saber más:  

"En el ámbito de la política se recurre a gabinetes de belleza: ¿por qué no también a gabinetes de imagen verbal?" 

A. Briz, catedrático de lengua 



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